Murciélagos de los Cerros Orientales

Resumen

En un extenso proceso de selección natural, aparecen los únicos mamíferos voladores llamados murciélagos. Sus extremidades tomaron apariencia de alas y las membranas entre dedos se desarrollaron formando lo que hoy conocemos como patagio, es decir, la membrana de piel delgada que da el soporte para poder volar. A partir de ahí nació el término científico del orden Quiróptera el cual proviene del griego Kheriós que es mano y Ptéron que significa ala. Además, la palabra murciélago es originaria del latín mus o muris que refiere a ratón; caeculus a ciego y finalmente alatus a alado. Otra de las características por la que conocemos estas especies es la ecolocalización, la cual se refiere a la construcción de la imagen del entorno a través del sonido que es emitido por los objetos. Los quirópteros evolucionaron en dos clados Megachiroptera y microchiroptera. El primer clado está distribuido en Australia, Asia y África. Por su gran tamaño, son conocidos como los zorros voladores. Pueden alcanzar hasta 1.50 metros de envergadura, y sus ojos son desarrollados en respuesta a sus hábitos diurnos. Por ende, la ecolocalización es nula y no dependen de esta. Por otra parte, los microchiroptera se distribuyen por todo el mundo siendo mucho más pequeños y diversos, tienen hábitos fundamentalmente nocturnos por lo que sus ojos son menos desarrollados. Sin embargo, su ecolocalización es muy especializada.

Los murciélagos han inspirado muchas historias fantásticas, fomentándose una imagen errónea y poco informativa de estas especies. Han sido asociados a enfermedades y males, y se cree que todas las especies son hematófagas, es decir, que se alimentan de sangre. Sin embargo, su morfología y hábitos de comportamiento son tan distintos que podemos encontrar a especies que se alimentan de polen (polinívoros), frutas (frugívoros), insectos (insectívoros), carne (carnívoros), y sangre (hematófagos), entre otros. Esto hace que desempeñen papeles protagónicos en los ecosistemas, como controladores de insectos, ayudan a que tengamos que comer sobre la mesa, dado que son claves en los procesos de polinización, y dispersión de semillas.

En La Sabana de Bogotá hay una alta intervención del hombre, dada por las construcciones, las carreteras y las industrias. Sin embargo, aún se encuentran áreas protegidas, humedales y pequeños parches de bosque que son el pulmón de esta región, pero que cada vez estas zonas están más incomunicadas. Los murciélagos han mantenido la comunicación y el flujo de energía e interacciones al desplazarse entre ellas, conservando y restaurando estos ecosistemas frágiles. Por esta razón, es de vital importancia comprender y conocer mejor a nuestros buenos e importantes vecinos. Esta cartilla busca familiarizar al lector con algunos de los murciélagos que habitan La Sabana de Bogotá, y lograr que conociendo lo que tenemos lo preservemos.

Cómo citar
Muñoz Valbuena, D. M., & Fonseca Cipagauta, L. (2023). Murciélagos de los Cerros Orientales. Literatura Gris. https://doi.org/10.18359/litgris.7035
Publicado
2023-11-02
Número
Sección
Documentos